La incapacidad para determinar con exactitud el grado de posible progresión o agresividad
del tumor, el polimorfismo del tumor, la inexactitud de la estadificación y la
variabilidad en la respuesta a los tratamientos por los diferentes pacientes hace casi imposible definir
un solo tratamiento como óptimo para la mayoría de los pacientes, por ello el objetivo terapéutico del tratamiento está encaminado a la detección temprana, para lograr la curación del mismo (2).
El estadio en que la enfermedad se diagnostica, el grado de riesgo de la enfermedad, la edad del
paciente, su expectativa de vida y las preferencias sobre el tratamiento son los factores que determinan la selección de la estrategia de manejo (2).